Editorial publicado originalmente en la edición de diciembre 2023 de la revista www.eleconomista.net
Los datos revelan que la economía creció 2.6% en 2022, luego
de experimentar una contracción de 7.9% durante el año de la pandemia y un
rebote de 11.2% en 2021. Sin embargo, concentrarse únicamente en estos
porcentajes no posibilita conocer otros elementos de trascendencia, que
caracterizarían de manera más completa el contexto y ampliaría el conocimiento
social de lo que acontece. Por ejemplo, para las tareas pendientes en la
inversión y empleo que no han superado, resulta muy útil evaluar y comprender
el comportamiento sectorial, frente a un shock
económico que nunca se había experimentado.
Para investigar si los efectos de la pandemia en el
valor agregado producido ya fueron superados, un indicador preciso consiste en
calcular si cada uno de los sectores de la economía ha sobrepasado la tendencia
que la economía traía durante los 10 años previos al COVID-19, es decir, entre
2009 y 2019, o si en su defecto, se ubica por debajo.
Con base en este criterio, un análisis con evidencia
revela que entre las 19 ramas económicas que son consideradas dentro de la
desagregación del PIB total, seis sectores que representan el 29.3% de la
economía, registraron un comportamiento ascendente que supera la tendencia pre
COVID-19 durante 2022 y 2023; ocho sectores, que representan el 44% muestran un
desempeño por debajo de la tendencia prepandemia; y cinco sectores cuya
representación alcanza el 15.8% de la economía se encuentran en la misma
tendencia anterior.
Los sectores que se encuentran por encima de la
tendencia son: electricidad, construcción, información y comunicaciones,
actividades financieras, actividades profesionales o científicas, y
administración pública o defensa; entre los sectores que muestran un desempeño
por debajo de la tendencia prepandemia se ubican: industria, comercio,
transporte, inmobiliario, enseñanza, servicios, actividades de entretenimiento
y suministro de agua; y en la agrupación donde
se sitúan las ramas con crecimiento en la misma senda se encuentran: salud
humana y de asistencia social, servicios administrativos y de apoyo,
alojamiento, explotación de minas y agricultura.