Actualmente FUSADES está siendo atacada por su trabajo, por defender los valores de la democracia; es atacada porque es generadora de pensamiento, impulsa principios democráticos, y porque promueve el respeto a la Constitución de la República. Condenamos y rechazamos la persecución política contra FUSADES, así como la que está sucediendo contra otras organizaciones de la sociedad civil, prensa independiente, personas naturales y cualquier voz crítica.
Por más de 38 años, la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social, FUSADES, como entidad privada sin fines de lucro, ha trabajado por el bienestar de los salvadoreños, realizando investigaciones técnicas, proyectos, programas e incidiendo en la generación de políticas públicas, con el fin de establecer en El Salvador una convivencia pacífica y armoniosa, un sistema económico y social de mercado y un país basado en la democracia y en el respeto de las libertades individuales en donde prospere la justicia.
Atacar a FUSADES desprestigiándola es atentar contra la libertad de expresión y contra la libertad de asociación. FUSADES es el esfuerzo de investigadores profesionales y académicos de prestigio, con muchos años de experiencia en el análisis de la realidad por la que atraviesa El Salvador, cuyo esfuerzo ha sido siempre para proponer cambios en políticas públicas sociales, económicas, legales e institucionales. Asimismo, ha ayudado a cientos de comunidades necesitadas, y apoyado a miles de pequeños empresarios y emprendedores.
Actualmente FUSADES está siendo atacada por su trabajo, por defender los valores de la democracia; es atacada porque es generadora de pensamiento, impulsa principios democráticos, y porque promueve el respeto a la Constitución de la República.
FUSADES siempre ha pagado sus impuestos y ha cumplido a cabalidad con todas sus obligaciones legales, actuando con transparencia ante la supervisión y mirada de las autoridades correspondientes.
Condenamos y rechazamos la persecución política contra FUSADES, así como la que está sucediendo contra otras organizaciones de la sociedad civil, prensa independiente, personas naturales y cualquier voz crítica.
Demandamos del Presidente de la República y sus diputados, el estricto respeto a la Constitución, a los tratados internacionales de derechos humanos y la ley, que protegen los derechos sagrados a la libre asociación y la libre expresión de las ideas y el pensamiento.
Hacemos un atento llamado a la comunidad internacional frente a estos ataques, puesto que en El Salvador se está reduciendo el espacio cívico de forma acelerada.
Antiguo Cuscatlán, 8 de septiembre de 2021.