Por Flor de Mendoza, directora del Laboratorio de FUSADES.

El 7 de abril ha sido designado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el Día Mundial de la Salud, esto con el objetivo de que en una forma global se vuelva la mirada hacia el tema de salud, y la necesidad que existe para trabajar con fuerza en lograr poblaciones saludables desde una perspectiva amplia, no solo relacionada al tratamiento y prevención de enfermedades, sino considerando otras aristas o caras que contribuyen al fortalecimiento de la salud.

Para abordar este tipo de desafíos, el tema del Día Mundial de la Salud 2024 es "Mi salud, mi derecho", el cual, según encontramos en la página web de la OMS, fue elegido para “defender el derecho de todos, en todas partes, a tener acceso a servicios de salud, educación e información, así como a agua potable, aire limpio, buena nutrición, vivienda de calidad, condiciones ambientales y de trabajo decentes, y libertad de discriminación.”

Podemos ver entonces que la salud abarca una variedad de dimensiones que influyen en el bienestar físico, mental y social de las personas. Estos aspectos interconectados impactan profundamente en la calidad de vida y en la capacidad de las sociedades para prosperar. 

Algunas de las principales caras de la salud incluyen: 

  • La salud física se refiere al estado general del cuerpo y su capacidad para funcionar de manera óptima. Incluye factores como la nutrición, el ejercicio, el descanso adecuado y la prevención de enfermedades. 
  • La salud mental es tan importante como la salud física y se refiere al bienestar emocional, psicológico y social 
  • La salud social evalúa las relaciones sociales y el apoyo de la comunidad desempeñan un papel vital en la salud general.
  • La salud ambiental señala que el entorno en el que vivimos tiene un impacto significativo en nuestra salud. La contaminación del aire, el agua y el suelo, así como la exposición a productos químicos tóxicos, pueden afectar negativamente la salud de las personas.

Por tanto, por un lado mantener un estilo de vida activo y una dieta equilibrada son fundamentales para preservar la salud física, y por otro garantizar un medio ambiente libre contaminaciones, contribuyen efectivamente a que los niveles generales de salud de la población sean adecuados para garantizar el desarrollo personal y por ende de un país o una región.

La educación en salud desempeña un papel fundamental en la promoción de comportamientos saludables y la prevención de enfermedades. Proporcionar información precisa y accesible sobre temas de salud, desde la nutrición hasta la prevención de enfermedades, permite a las personas tomar decisiones informadas sobre su bienestar. 

En este sentido, en el Laboratorio de FUSADES aportamos con nuestros servicios de análisis una opción para conocer el estado de nuestros productos alimenticios, con relación a su inocuidad y sus niveles nutricionales; así como el estado de contaminación potencial en aguas, suelos y ambientes, con lo que se puedan tomar decisiones informadas para garantizar que los productos que llegan al mercado contribuyen a la salud de la población. Además, promovemos la información que eduque a nuestros clientes y a la población en general de temas que ayuden en la toma de decisiones saludables en cuanto a la alimentación y manejo del medio ambiente.

Las caras de la salud son multifacéticas y están interconectadas, abarcando aspectos físicos, mentales, sociales y ambientales. Para promover la salud de manera integral, es necesario abordar estos diversos aspectos y trabajar en colaboración para crear entornos que fomenten estilos de vida saludables. 

Como LAB estamos a disposición de la industria salvadoreña y público general para juntos construir un El Salvador saludable. Puede contactarnos al correo laboratorio@fusades.org o al teléfono 2248-5681.