Discurso de Claudia Umaña Araujo tras ser juramentada como la primera mujer presidente de FUSADES.
Esta noche es uno de esos momentos que construyen la historia de FUSADES, y en este contexto, agradezco la oportunidad de compartir con ustedes unas breves palabras:
Junto al legado de mis predecesores y ante el enorme desafío de tender un puente para futuras generaciones, quiero expresar mi admiración y agradecimiento a quienes utilizaron su talento durante los 38 años de trayectoria de nuestra fundación. Los primeros años de FUSADES fueron años de convulsión, y es el camino recorrido lo que nos permite tener una mirada de largo plazo y saber que todo pasa; que la historia se escribe todos los días y la pluma está en nuestras manos.
Más del 50% del personal de FUSADES son mujeres, 77 Miembros Fundadoras, y, a partir de este día, contamos con la 4ta mujer galardonada como Miembro Honoraria; mujeres que han ocupado cargos en diferentes juntas directivas con gran acierto y destacado protagonismo; directoras en los centros de pensamiento y de acción. Mujeres ocupando posiciones de liderazgo representan una luz antiniebla que guía a niñas y mujeres a confiar en que sus capacidades son valoradas; que la igualdad de oportunidades será una realidad en El Salvador, porque instituciones como FUSADES dan ese ejemplo.
Mujeres, la historia está en nuestras manos.
El futuro que tiene El Salvador es muy incierto, luego del más grave atentado a la democracia y al Estado de derecho que el país ha vivido desde la firma del Acuerdo de Paz. Todo ello está agotando a muchos. Está poniendo “en jaque” la confianza que es la base con la que se puede construir un futuro de prosperidad.
A esto se le suman circunstancias globales, que incluyen cambio climático, efectos de la pandemia, problemas estructurales que ya veníamos enfrentando, y los retos tecnológicos que debemos abordar para que no se aumente más la brecha de los países en desarrollo. Pero estoy convencida que con las experiencias que he acumulado y con un liderazgo comprometido y de servicio, contribuiré haciendo las preguntas difíciles, para que juntos podamos buscar las respuestas apropiadas, si estamos en desacuerdo que respetemos las diferencias, y que eso nos permita continuar con diálogos constructivos.
Colegas, la historia está en nuestras manos.
Nuestro país debe hacer mayores esfuerzos para combatir la pobreza y la desigualdad, para no dejar a nadie atrás. Eso incluye a más del 50% de la población que somos mujeres. Por supuesto que seguiremos luchando por la libertad y la justicia, que son fundamentales para la convivencia social y la búsqueda del bien común. El Estado debe velar por la vida, la seguridad y la armonía social, lo cual nos tiene preocupados por la tendencia autoritaria que lleva el Gobierno. En una democracia debe prosperar la libertad de expresión, el derecho al disenso, pues de la diversidad de ideas se fortalece la formulación de políticas públicas, que es el quehacer diario de nuestra fundación. La democracia representativa debe ser fundamento del sistema político y los ciudadanos deben velar por que nuestros gobernantes rindan cuentas, ya que la transparencia es el “oxígeno de la democracia”.
Nuestra acción debe estar caracterizada por la colaboración con otros actores. Es importante que con valentía, audacia, comunicación y empatía, aportemos a la construcción de “la masa crítica” que va a ser capaz de sacar a El Salvador de los desafíos que enfrentamos. Estoy segura de que tenemos todo lo que necesitamos para salir adelante.
Aliados, la historia está en nuestras manos.
El tamaño de los retos en El Salvador hace necesario que nos unamos para dar las respuestas adecuadas. Hagámonos nuevas preguntas que echen a andar nuestra creatividad, que desaten nuevos diálogos que nos lleven a soluciones novedosas o que validen las existentes desde una nueva perspectiva.
Se vienen tempestades, pero tal y como dijo el Presidente Franklin D. Roosevelt, “a lo único que debemos tenerle miedo, es al miedo en sí mismo”. El futuro solo lo podemos enfrentar juntos y por eso me siento muy apoyada por el Vicepresidente, José Antonio Rodríguez, por el resto de la Junta Directiva, miembros de las Comisiones, por el Director Ejecutivo y por los Directores y sus equipos de investigadores.
Amigos, la historia está en nuestras manos.
Y a todos aquellos con quienes compartimos la visión de un país en democracia y desarrollo, a los soñadores, a los valientes, a los que abrimos brecha, a todos los que me acompañan esta noche, a mi familia, GRACIAS POR SER PARTE DE ESTA HISTORIA QUE TAMBIÉN ES LA MÍA.
¡Muchas gracias!