La provisión de servicios de agua potable es estratégica para nuestra calidad de vida, competitividad y crecimiento económico del país. Sin embargo, aunque se han dado avances considerables en el acceso a este servicio estratégico, persisten serios problemas, sobre todo en el área rural. El país posee proveedores de agua potable de diferente naturaleza y escala en un contexto de institucionalidad y gobernabilidad inadecuados. No hay que perder de vista que el objetivo principal es brindar cobertura con calidad, eficiencia y sustentabilidad. Por lo tanto, es necesario ordenar el subsector de agua potable. Un primer paso necesario, dentro de este proceso, consiste en contar con una Ley de Agua Potable y Saneamiento.

  • Leopoldo Dimas