La reapertura económica –que inició en su primera fase el 16 de junio de 2020– ha provocado un impacto positivo en la actividad productiva, ya que se detuvo la veloz caída y parece que la economía toca fondo. Diferentes indicadores monitoreados por FUSADES muestran una leve recuperación. Sin embargo, persiste un riesgo alto de rebrote, debido a que la reapertura en agosto fue de golpe, al ingresar un 36% de la Población Económicamente Activa.

  • Álvaro Trigueros Argüello