El 31 de julio de 2014 finaliza el período del actual Tribunal Supremo Electoral (TSE) cuyo período abarcó el quinquenio 2009-2014. La elección del próximo TSE guarda una relevancia política especial por dos componentes a desarrollar en los siguientes apartados: Los requisitos jurídicos de dicha elección luego de un fallo de la Sala de lo Constitucional que ordena la despartidización de la entidad de tal forma que se garantice una justicia electoral independiente, y los retos futuros que derivan de una agenda de reforma electoral que se encuentra en proceso y que exige de funcionarios eficaces. En ese orden de ideas, se estructura el siguiente análisis.

  • Luis Mario Rodríguez
  • Guillermo Miranda