Durante el segundo año de gestión del presidente Bukele continúa sin definirse con claridad el rumbo estratégico y la visión de país. No es posible delimitar esos aspectos únicamente sobre la base de acciones realizadas. Lo ideal sería que el Ejecutivo presentara planes con objetivos, metas concretas e indicadores de seguimiento, lo cual permitiría medir el grado de avance y la eficacia de la administración pública.