El cuidado es esencial para el desarrollo de todas las personas que habitamos el planeta y en cada uno de nuestros momentos vitales. Los niños, niñas y adolescentes (NNA), las personas adultas mayores, las personas enfermas, quienes tienen alguna discapacidad y los mismos cuidadores requieren de atenciones que les permitan vivir su vida con dignidad y en pleno disfrute de sus derechos. Pese a ello, no es en absoluto una actividad únicamente individual, sino una acción que entraña una actividad social en tanto que las acciones de cuidado ocurre en un contexto determinado que refleja los valores, leyes, costumbres e instituciones de una sociedad.