Durante 2018 se ha mantenido un entorno económico global positivo, pero el crecimiento mundial perdió parte del impulso del segundo semestre de 2017, especialmente en ciertas economías emergentes y en la zona euro, también perdió sincronización y se desaceleraron algunos indicadores de alta frecuencia. Los volúmenes de comercio internacional y la producción industrial muestran desaceleración. Entre las economías avanzadas el crecimiento mermó en la zona euro y Reino Unido, explicado por un menor aumento de las exportaciones en relación con el año anterior; el incremento de los precios de la energía contribuyó a desalentar la demanda en los países importadores de energía; la incertidumbre política también afectó a varios países. En cambio, la economía estadounidense mantuvo su fortaleza económica, la actividad del sector privado se impulsó aún más con el estímulo fiscal, el consumo y la solidez de la inversión respaldan el crecimiento del producto, el desempleo se ubicó en niveles muy bajos, similares a los observados hace 50 años, por lo que la normalización de la política monetaria continúa

  • Álvaro Trigueros Argüello
  • Pedro Argumedo Matamoros