Las políticas de reforma educativa iniciadas en los años noventa han producido avances importantes, pero persiste un rezago importante en el acceso a la educación preescolar y la secundaria (7°-12° grado). También persiste el reto de mejorar la calidad y la igualdad de oportunidades que los adolescentes tienen para entrar y permanecer en la escuela hasta completar la secundaria. Por otra parte, el incremento de la cobertura en la escuela primaria ha hecho más evidente la urgencia de avanzar en la reforma de la educación secundaria. La edad oficial para estudiar la secundaria es en la adolescencia (13-19 años), de allí que ésta puede ser una intervención de gran trascendencia en el desarrollo de las personas. Mientras estudian la secundaria, los adolescentes no sólo experimentan marcados cambios físicos, sicológicos y sociales, sino también están buscando una identidad propia. Es una etapa de transición marcada por confusión y sueños acerca del futuro que requiere una adecuada orientación. La misión de la educación secundaria es desarrollar las potencialidades de los adolescentes para que puedan construir un futuro provechoso, como personas y ciudadanos productivos. Sin embargo, en este nivel educativo persisten problemas de inequidad en el acceso y baja calidad de la educación.

  • Helga Elisa Cuéllar-Marchelli