La política fiscal desarrollada en El Salvador en los años recientes ha conducido a un incremento acelerado de la deuda pública, alcanzando 71.6% del PIB en 2017, mientras que en 2008 era de 50.8%. El continuo incremento del gasto, particularmente corriente, presiona el déficit, ya que, aunque los ingresos aumentan, no son suficientes, derivando en un persistente incremento del endeudamiento. En consecuencia, se ha vuelto necesario, no opcional, un proceso de consolidación fiscal que permita disminuir la
deuda para preservar la sanidad de las finanzas públicas.

  • Álvaro Trigueros Argüello