La inserción laboral femenina ha aumentado significativamente, pero las brechas de género persisten: las mujeres participan menos en los mercados laborales, sus condiciones laborales son peores, se enfrentan a paredes y techos de vidrio y son discriminadas por ley. Lograr la equidad de género es un imperativo moral, y es clave para el crecimiento y desarrollo. Los países del G20 se comprometieron a reducir las brechas en la participación laboral para 2025, pero el progreso ha sido escaso y, por lo tanto, es necesario implementar soluciones innovadoras. Este documento proporciona recomendaciones de política para lograr este objetivo y cerrar las brechas de género en el mundo laboral.

  • Margarita Beneke de Sanfeliú