Las finanzas públicas atraviesan por una nueva encrucijada; la situación financiera del sector público antes de la pandemia ya era difícil. Ahora, después del cuantioso financiamiento solicitado, el estado fiscal pos-COVID-19 será más grave y complicado. Para salvaguardar el bienestar de los salvadoreños, es necesario corregir el desbalance financiero del Estado para rescatar la sostenibilidad, lo cual solo será posible después de varios años de disciplina fiscal, buen manejo de los recursos y reactivación del crecimiento.

  • José Andrés Oliva Cepeda