En tiempos de crisis, el ventajismo oficial encuentra aún mayores espacios para desplegarse. La actuación de los funcionarios no representa ventaja alguna cuando la ayuda sigue canales institucionales sin promocionar la imagen personal de ningún funcionario. Sin embargo, cuando la entrega de bienes persigue posicionar y crear estructuras clientelares basadas en el manejo indebido de fondos públicos y en información poco transparente, perjudica al sistema democrático y resta legitimidad al proceso electoral.

  • Luis Mario Rodríguez