El indicador de participación electoral se construye a partir de la relación entre dos variables: el número de ciudadanos que votan y el número de ciudadanos aptos para votar. Este último dato ha sido altamente cuestionado por la falta de depuración del padrón electoral. Desde 1994 hay un crecimiento promedio del 9% entre cada evento electoral que no se corresponde con el incremento promedio de la población mayor de 18 años para el mismo período.

  • Luis Mario Rodríguez