Entre 2002 a 2019, las finanzas públicas han padecido de al menos seis ciclos de endeudamiento por LETES. Si los gastos que fueron cubiertos por LETES son permanentes, y estos gastos corresponden a la categoría de “corrientes”, y si las LETES fueron convertidas más adelante en deuda con bonos, los títulos valores de más largo plazo tuvieron como destino el pago de gastos corrientes. Este esquema de financiamiento no es estratégico.

  • Álvaro Trigueros Argüello