Una política centrada en la cohesión social permitiría crear ciudadanía y aplanar la cancha de las inequidades para que todas las personas puedan sentirse iguales, pertenecientes a una comunidad política, y confiadas en que sus sacrificios serán recompensados en bienes públicos de calidad. La participación activa y la corresponsabilidad estarían cimentadas en el principio de subsidiariedad, donde cada miembro de la sociedad no solo tiene derechos y deberes, sino también es responsable de contribuir al bien común desde la posición que ocupa.

  • Helga Elisa Cuéllar-Marchelli
  • Gabriela María Góchez Magaña